Podría parecer una provocación: el tema principal de Slow Fish será el derecho al placer. En medio de tanta alarma sobre las condiciones de salud del mar, entre todas las prohibiciones que nos debemos imponer a la mesa para evitar la extinción del atún rojo o del pez espada, por citar solo dos ejemplos, Slow Food siente en cambio cada vez más fuerte la necesidad de situar en primer plano su histórica marca de fábrica: justamente, el derecho al placer. Y, sin embargo, debemos partir precisamente de ahí: si queremos garantizar el placer gastronómico para nosotros mismos y para las generaciones futuras, debemos cuidar del mar y de sus recursos. Y debemos hacerlo hoy, inmediatamente, sin más dilación. El tiempo a nuestra disposición podría haberse agotado, y sin embargo Slow Fish 2009 no tiene la intención de lamentar un “mundo perdido”, sino la de hacer claramente hincapié en la gravedad de la situación, para que nadie pueda decir “no sé, no conozco”. Y de esta voz de alarma debemos partir todos, para construir unas prácticas positivas: alternativas, sostenibles, buenas, limpias y justas.
Slow Fish 2009 trata de transmitir emociones y pasiones, para hacer más intensa la implicación del público y más consciente su participación.
Por ello, bajo los tres pilares que caracterizan la actividad de Slow Food - Educar, Promover y Tutelar - se desarrollan numerosas citas donde a la información y a la denuncia se le suman muchas oportunidades de conocimiento y de placer (este último, representado en las múltiples citas gastronómicas que enriquecen el programa).