Elena Vecino nos ofrece su crónica sobre la participación de SevillaySur en Algusto 2009:
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ArtesanÃa Gastronómica en Bilbao. Algusto 2009.
Seis espÃritus humanistas. Seis profesionales persiguiendo la excelencia en la calidad de sus productos. Seis artesanos del Convivium Slow Food SevillaySur participaron en esta segunda edición de Algusto.
Si el oficio es algo inherente al hombre mismo, casi como una expansión o manifestación de su propia naturaleza, éste puede servir, como base para la superación de sus posibilidades como individuo humano. El oficio del verdadero artesano es aquel que persigue la perfecta correspondencia entre lo interior y lo exterior para que la obra producida sea la expresión adecuada de quien la concibió. Constituyendo asà la “obra maestra” en el verdadero sentido de la palabra.
Para un verdadero artesano hasta las cualidades esenciales de los seres que le rodean determinan su actividad. No se trata de meros individuos intercambiables, carentes de cualidad propia. En este sentido podemos afirmar sin temor a equivocarnos que Algusto 2009 ha sido un éxito. Dicho esto, y a partir de ahora esta crónica se debe a mis compañeros de stand y al oficio del Convivium Slow Food SevillaySur.
Empezando por Manuel, que no pudo venir pero nos envió la SabidurÃa gaditana de San Vicente. Sus sales de hielo atraÃan sin parar a visitantes curiosos por olisquear, conocer y experimentar estos botes coloridos. Es el colmo de la sofisticación, repetÃan algunas amas de casa, lo divertida que se ha vuelto hoy la cocina. El perfume de la Salicornia sorprendÃa y el resto cautivaban por su aroma y originalidad. Por algo se encuentran estas sales en el Arca del Gusto de Slow Food.
Y siguiendo por el cultivo del olivo, sello profundo de la historia de AndalucÃa y del progreso de la humanidad, las tierras de Córdoba fueron consideradas por los andalusÃes como las mejores para el árbol sagrado. Los tres aceites del stand provenÃan de tierras cordobesas, aún asÃ, distinguiéndose uno de otro. Duernas Oleum, el Aceite de envero de Soledad Serrano, hermosa cordobesa que, siguiendo una larga tradición familiar, trabaja por los olivos y para producir el excelentÃsimo aceite que tantos bilbaÃnos se quedaron con las ganas de comprar. Antonio Zafra, olivicultor, que nos presentó su paraÃso de Olivos de Zuheros, donde además de producir un aceite que guarda más de diez variedades de aceitunas autóctonas, lucha por difundir la cultura de este árbol milenario. Y La Cultivada, de una servidora, zumo de pura arbequina cordobesa, con un “toque de trufa” natural, dicen, y cuyo sabor es difÃcil de olvidar.
Y ya saben eso de aceite y vino, bálsamo divino. No podÃa faltar el espÃritu andaluz de Baco, que diga, Julián, abriendo los secretos de los visitantes de la feria, con su simpatÃa y sus vinos de Colonias Galeón. Todos procedentes de viñedos de cultivo ecológico de la Sierra Norte de Sevilla. Los blancos, Ognos y Petit Ocnos, fueron los primeros en volar. Como decÃa nuestro querido escritor sevillano, Carácter es destino.
Armando y Lola dieron sustancia y consistencia al stand con sus productos ibéricos, con su sonrisa y generosidad. Vaya que si la dieron, ¡qué jamón tan bien cortado, qué salchichones y qué lomitos! Este fantástico matrimonio además de difundir con su buen hacer el extraordinario sabor del verdadero ibérico de bellota ecológico, se dedica al turismo rural en la Sierra de Huelva.
Y por último, casi al frente del stand se encontraba una muestra del taller de Mare Nostrum y la creadora, MarÃa Orzaez, dejando su impronta vital en cada uno de los quesos que elabora, afina y mima, hasta el detalle de vestirlos como si fueran bombones.
Entre las interesantes actividades y encuentros que ofrecÃa la feria, sólo tuve tiempo de asistir al taller de Andoni, del restaurante Mugariz, que hizo un par de reflexiones que hilan bien al caso. Una es el terrible aumento de las ventas de marca blanca en productos de alimentación muy por encima de los productos de estética o aseo personal. Aún hay mucha gente que no quiere saber lo que come y que vive de la apariencia. Otra es que el “Talento” está conformado por tres importantes aristas: Una, es el maestro que inspira interiormente al artesano; otra, el trabajo incansable y exhaustivo que requiere un producto de calidad; y la tercera, el reconocimiento necesario que impulsa a este productor a seguir adelante.
Es cierto que la paciencia es amarga pero también que sus frutos son dulces, como resultó nuestra participación en la feria bilbaÃna. Los que, versus cantidad, perseguimos fundamentalmente la calidad, caminamos por un constante desafÃo, pero siempre alentados por la dulzura del resultado y de la compañÃa. La calidad humana que se respiró en la Feria, y en un Sur de cuatro metros cuadrados, valió conmovedoramente la pena. Gracias a Slow Food Internacional por impulsarnos y reconocer el trabajo bueno, limpio y justo. Gracias a Isabel y a Fran por apoyarnos con su presencia y por trabajar gratuitamente por el crecimiento del Convivium. Y mis mejores deseos de AlegrÃa para todos los que procuran y emprenden la Calidad en sus vidas.